martes, 8 de febrero de 2011

LA CARCAJADA DE IVÁN


Por: Daniela Bolívar Rincón
“Me gustaría ser un hombre que deje impreso el hecho de que la vida es el humor, que el humor está ahí para ayudarnos, quiero que todo el mundo, recuerde juemadre “como nos divertíamos cuando estaba Iván”.

Estas son palabras que con entusiasmo y orgullo salen de un viaje de recuerdos que nuestro comediante Iván Marín hace por su vida, dejando ver que llegar a la cima del éxito en el que se encuentra, es cuestión de entender que la vida es el humor, pero también implica ir en contra de las replicas de los demás, para poder ser lo que se desea.

Hace 10 años, Colombia se carcajea al compas de un personaje que descubre en el humor la manera de expresar sin mascaras todo lo que piensa por medio de la ironía de sus libretos y shows de comedia.
Aunque no le gusta mencionarlo, su nombre completo es Jorge Iván Marín Gómez, un actual exitoso pero humilde soñador amante a las artes, de 30 años, nacido el 19 de marzo de 1980, en Pereira Risaralda. Hijo de Jairo Marín y Nubia Gómez. Parte de 4 años hacia la ciudad de Bogotá, en donde ha vivido y triunfado desde entonces al lado de su abuela paterna.
Viajaba a Pereira solo en temporadas pequeñas, con el propósito de visitar a su padre, ya que el contacto con su madre y parientes maternos siempre ha sido casi nulo.

Su forma de ser, algo inquieta, no le permitió terminar el colegio, a tal punto que los grados octavo y noveno debió repetirlos en dos ocasiones.
“Mi papá determinó que la mejor forma de enseñarme a valorar el dinero, era que yo mismo pagara mis estudios, entonces yo tenía como 15 años cuando me toco empezar a trabajar para terminar de pagarme el colegio por eso terminé estudiando en un instituto de validación”
Su sueño de algún día llegar a ser futbolista, fue frustrado cuando a los 13 años le determinaron un problema de retina, ya que serlo profesionalmente le implicaba correr el riesgo de quedar ciego.

¿HUMOR IGUAL A GLORIA?
A pesar de que a su temprana edad, no daba señales de aspiración y triunfo alguno, nunca dejo de sorprender. Desde los 7 años escribía, hacia poesías y cuentos, allí radica el gusto y habilidad por las artes que siempre manifestó en su fluidez verbal y escrita, ese sería el nuevo reto que su vida le impondría, y porque no el camino al éxito.
“Después de lo de la frustración con el fútbol se me metió que quería dedicarme al arte, el chico quería ser actor”
Nada lo detenía cuando se le metía algo en la cabeza, por eso a los 16 años ya se encontraba estudiando teatro.

Fue en esta misma etapa de su vida, en la que sin pensarlo, el tiempo y las vivencias le mostraban el camino hacia un mundo en el que las personas serian felices, y quizás este hombre, el flamante ídolo capaz de plasmar en grandes y chicos, una majestuosa sonrisa. Todo lo que lograría sería el resultado de lo que más que una profesión, es su pasión, el humor y la comedia, expresados de multitudinarias formas, pero en todas con el deber cumplido de divertir y divertirse, ese camino que lo llevaría a la gloria.

“Yo pertenecía a un grupo juvenil de la parroquia del barrio, en esa época estudiaba teatro y hacia teatro. Dado mi estrionismo y mi popularidad querían que yo protagonizara y estuviera en casi todas las obras que organizaba la parroquia, entonces yo me dobletiaba. Lo chistoso es que había una obra en la que yo no iba actuar o no actué, si no que entre tres personas vestidos completamente de negro manejábamos los micrófonos para acercarnos a los actores, éramos como sombras en el escenario, el tema es que yo sin actuar y siendo solo sombra, no sé que hacia pero la gente se reía mas con lo que yo hacía y eso que yo no era parte de la obra, y los actores se emputaron conmigo porque decían que yo les restaba protagonismo”.

A los 21 años ha de llegar un momento coyuntural para su vida tanto a nivel personal como profesional. Acudir al llamado de una emisora radial en Bogotá que presentó la convocatoria Safari en busca de un humorista, significo el inicio de la construcción de su fama, con la vos sorpresa de haber ganado. Fue así como le dio paso desde entonces a su trabajo en los medios, ya que ingresó al grupo de humoristas del programa “El zoológico de la mañana”.
“Estaban buscando al nuevo animal que integrara el equipo. Desde entonces empiezo a dedicarme ya al humor, y me encamino por ese lado”

Soporta para entonces el negativismo de una familia que nunca estuvo de acuerdo con el camino que había decidido recorrer; le decían que ahí estaba pintado el vagaso que no quería hacer nada productivo con su vida, pero aun así, Iván no contempló si quiera mínimas posibilidades de retroceder ante sus propósitos.
“La verdad lamentablemente nunca conté con el apoyo de nadie de mi familia. Todo lo logré, hoy por hoy estoy donde estoy gracias a que fuí super terco y no me deje quitar mis sueños”

MUCHO HUMOR NUNCA ES SUFICIENTE
En medio de un mundo lleno de estigmas, Iván empieza a burlarse de la realidad, a convertirse en un crítico de lo cotidiano, pero lo hace con humor, con gracia y con malicia apuntando siempre al blanco de la risa esa que busca convertir en una brusca y escandalosa carcajada.
Ser comediante tiene su ciencia, no todo aquel que hable hace reír, el que lo haga, no siempre estará preparado y dispuesto a hacerlo en público, y quien se atreva a hacerlo, deberá hacer de su voz un eficaz instrumento que combinado con la creatividad e imaginación, hagan de la realidad y la cotidianidad algo interesante, y así llenar las expectativas del publico “El mejor humor es aquel que hace reflexionar a la par que hace reír”
Ahora, si se tiene en cuenta que el humorista como todo profesional debe ser bueno en lo que hace, ¿será que se nace con este don?, o sorpresivamente ¿un impulso puede hacer de cualquier persona un verdadero comediante?
“Creo que hay que tener lo innato pero si se debe aprender. La mayoría por no decir que todos los que nos dedicamos a este oficio hemos tenido una actitud innata, y esa actitud hay que sustentarla con estudio, con la profesionalización del talento que se tiene”

En una entrevista que le concede a la revista Cambio, Iván expresa que mucho humor nunca es suficiente, hecho correspondiente a su pensamiento de que así se tenga la chispa de humorista, se hace necesario perfeccionar el talento. El no tiene estudios superiores, pero hacen parte de su preparación profesional una buena lista de talleres universitarios, sobre puesta en escena, actuación, manejo de voz, de escritura creativa y literaria. Estudió Libretismo personalizado con César Augusto Betancourt y Juan Manuel Maldonado.

Estar frente al televisor un fin de semana, o escuchar la radio, ha sido la más divertida elección de la mayoría de los colombianos en las últimas generaciones, que a la expectativa de un buen toque de humor, desean liberarse del estrés y la rutina en compañía de programas tan vistos y escuchados como “La banda francotiradores” “Zaranda”, “La Luciérnaga”, “El Cocuyo”, “El manicomio de Vargasvil”, “El zoológico de la mañana”, “También caerás”, “La trinchera”, “El sabor de la vida” o “Democrazzy”. Pues bien, en algunos como actor, y en otros imponiendo su gran dote de escritor libretista, ha estado presente el flamante Iván, en muchos de ellos, detrás de cámaras y micrófonos craneandose la mejor forma de brindar un espectáculo lleno de la magia del humor que lo caracteriza.
“Mi papá desde siempre supo que yo me iba a dedicar de alguna forma al oficio escrito, y ya, fue hacia los 20 años cuando descubrí que tenia actitud para escribir de manera humorística, porque todo lo que hice anterior a eso eran cosas en un tono completamente distinto para lo cual parece que no sirvo”.

Presenciar un show de reconocidos humoristas como Luz Amparo Álvarez, Betto Rojas, David García (Jeringa), Camilo Cifuentes, Óscar Monsalve “Risa Loca”, es realmente divertido, pero asombroso el saber que detrás de ellos está Iván marin el libretista, participando en la escritura de algunos de sus espectáculos.

Es exitoso porque es dedicado en lo que hace, y constante en la búsqueda de la excelencia, sabe que debe leer, aprende y se nutre de los demás, piensa que una fortaleza es no perder nunca el gusto por otros comediantes. “Dentro de la comedia, Hay tanta gente que yo admiro, por ejemplo como Escritor admiro mucho a José Saramago, alma bendita hombre!, Daniel Samper Pizano como escritor de humor, me encanta el grupo Argentino Les Luthiers
“Mi ídolo, quien me hizo querer dedicar a esto, se llama Jerry Seinfeld, es un comediante stand-up de EE.UU super importante de allá, desde que lo vi me encantó, y se puede decir que yo ahora hago Stand-up comedy, inspirado en él”.
El marin Colombiano es el Seinfeld Estadounidense. Por tal motivo, monta su propio stand-up, con el propósito de expresar sin mascaras todo lo que quiere decir, aplicándole de una accidental pero eficaz manera, el nombre de ¿Por qué carajos?.
“Porque carajos nació de una forma muy espontanea, yo estaba creando el show y no tenía ningún nombre ni nada, hasta que en una ocasión me inscriben en un festival de humor, entonces me llaman y me preguntan, venga pero su presentación debe tener algún nombre, cómo se va a llamar su show? y digo y ¿porque carajos debo tenerlo ya? Y me dijo es que así toca anotarlo, entonces yo dije, entonces ¿por qué carajos? entonces así quedó”


Hablar de lo enriquecedor y lo desconcertante de su profesión de manera muy personal, es la otra cara del efusivo personaje. Al momento de estar frente a una multitud que lo aplaude, prefiere según el, toda una vida, presentarse en los teatros, en dicho lugar la interacción con el público es inmediata, “la retroalimentación que uno tiene es espectacular, es infinita, entonces es la que mas disfruto”.
No hay un tema en particular del que le guste hablar, le maravilla ver que “comediantes de la noche” le ha permitido descubrir como cada ocho días sorprende y se sorprende el mismo con algo completamente diferente.

Es controversial pero no imposible que a quien busca suscitar alegría por medio de la comedia, se le vea de mal humor, pero el tener que ver el plagio y la mediocridad en algunos humoristas le genera una gran indignación, y aunque no ocurre tanto en el género Stand-Ud, existe el descaro de quienes asisten al espectáculo del otro para ver que le copian, este hecho lo ofende.
La costumbre de verlo tomar el pelo, generó apuros en su vida sentimental, anteriormente las mujeres se burlaban de él y no le creían. En la actualidad el comediante dice con ironía “afortunadamente yo no soy un man que ande buscando cosas que no se le han perdido. Tengo a mi novia pero ella a veces tampoco me cree”.
Su credo es hacer que el humor reluzca siempre en los momentos difíciles de su vida, “Esa es la cordilla de la cual me sujeto, y soy un convencido de que si bien es cierto de que el humor no arregla los problemas, si por lo menos le da a uno otra cara con la cual enfrentarlos” y si de estar estresado se trata, desearía invertirle su escaso tiempo libre al cine, al teatro y a la lectura.
Ve la comedia como un oficio que se escoge por vocación, pero le gustaría inculcársela de alguna manera a sus hijos, cuando los tenga, o verlos por lo menos en el mundo del arte.
A los 30 años su corazón abarca grandes propósitos, muchísimos sueños aun por cumplir y así como fue el ganador del primer concurso de monólogos cómicos “The Tic Club”, organizado por la fundación Telefónica en España, espera dedicarse a hacer cine y ganarse el Premio Óscar de la academia seria la gran carcajada de Iván.
“En el peor de los casos, tengo un hijo con mi novia, y le digo que le pongamos óscar pa decir que me gane un Óscar”.

sábado, 5 de febrero de 2011

RECONSTRUIR LOS RECUERDOS DEL AYER


Un vehemente viaje a través del tiempo

El taller Vanegas es sinónimo de encuentro con el pasado. Tuluá Valle se hace nido de las motocicletas clásicas por dar vida a las antiguas compañeras de viaje. “Vanegas” deja una triumph que tiene el valor de su propia dignidad.

Daniela Bolívar Rincón
dannyb713@hotmail.com

Motocicletas como la TRIUMP, NSU, BSA, NORTON, entre otras que puedan recibir el seudónimo de “clásicas y antiguas” son un homenaje a la infamia de la segunda guerra mundial, ya que las armas utilizadas en dicha época, fueron fundidas para hacer los chasis de las motos de alto cilindraje, que en la actualidad son una reliquia que no todos pueden tener.

Pedro Antonio Vanegas Rodríguez, se considera el único restaurador de motos antiguas del país, un hombre de 63 años de edad, nacido el 1 Septiembre de 1947, cartagueño de nacimiento y tulueño de crianza, manifiesta entre risas y la euforia de un trago de aguardiente que “hoy en día tener una triumph es una satisfacción”, palabras que lo obligan a hacer un viaje por su propio pasado y permiten descubrir la joya de conocimiento empírico que existe en el dueño del taller Vanegas “el nido de la restauración de piezas y motos antiguas”.


Para “Don Pedro” como normalmente se le conoce, la palabra estudio representa tercero de primaria, su destino, no le exigiría ir más allá académicamente “no me quedó tiempo de estudiar, mi papá se abrió de la obligación de la casa entonces me toco poner pecho y colaborarle a mi mamá, empecé siendo iguazo, me iba pa’ las fincas donde había bastante agricultura y después empecé a trabajar en la construcción”.

El chicle de la motocicleta le nació desde el año 1975 cuando se hacían en tuluá competencias de maquinas antiguas, en las que se premiaba al mejor corredor. Para ese entonces se vió envuelto en el mundo de los velocípedos, hasta el punto de entusiasmarse con la mecánica industrial, profesión que aprendió empíricamente, su escuela fueron los talleres. Considera que habían muy buenos profesores en el colegio industrial que le dieron la mano y le daban respuesta a todas sus dudas “yo me le pegaba ahí a los laditos a los profesores y les hacia muchas preguntas”, poniendo mucho cuidado aprendió torno, fresadora, soldadura pero nunca fue a estudiar, poco a poco aprendió las medidas métricas, “la mecánica no me pareció difícil porque era bajo techo, a estar chupando sol, yo decía, lárgueme eso que ya entiendo”. Trabajando la maquinaria agrícola empezó a reconstruir piezas y la curiosidad de seguir ese camino, hizo que hoy en día su fuerte sea recuperar fragmentos de motocicleta antigua. Sus allegados dicen “donde hubiera ido a la universidad, sería un monstruo”


El “taller Vanegas” es el lugar en el que se convirtió en un amante de la motocicleta inglesa, aclara que no es harlysta, le gusta la triumph porque al desarmar la harley se dio cuenta que termina en agujas, y trabajarle es trazado a la ingeniería, en cambio la inglesa es en casquetes o rodillos y según él es más fina, “igual son dos marcas que se imponen en el mundo”.
Mencionado y visitado por los amantes de las clásicas, el mismo en el que actualmente, dos de los hijos de Pedro (Alexander y Edward) heredando de su padre la pasión por las motos, no solo restauran dichas antigüedades si no que fabrican los repuestos que son necesarios al momento de ponerlas a rodar dado el caso de que en EE.UU, e Inglaterra no se puedan conseguir.
Considera que para ese proceso no se debe ser acelerado “yo le digo a mi hijos, observe bien antes de comprometerse, y el día que le quede grande reconstruir una pieza, renuncie mas bien”, y es que los clientes satisfechos son el resultado de una compleja labor mecánica “yo les digo, la garantía mía son mínimo seis meses, es mucho porque los japoneses no dan nada”.

Acuden a él clientes de diferentes partes del país “Nos han traído motocicletas de Medellín para el taller, primero una triump y luego una NSU 500 porque no eran capaz de prenderlas y el hijo mío la arreglo y se las mando”. Hoy día se encuentra restaurada en el museo de Cali una moto de la segunda guerra mundial, que pertenecía a uno de los hijos de Pedro.
Restaurar una clásica tiene un valor de 10 millones de pesos este proceso se realiza en año y medio aproximadamente, aunque hay restauraciones de hasta tres años, el repuesto más difícil de conseguir en Colombia es el tacómetro que es el que marca la velocidad, hay replicas japonesas pero originales son escasos “el que tiene la motocicleta mía es original, vale 3 millones de pesos porque gira al contrario de los normales”

Darle razón a su amor por las inglesas, requiere detenerse en uno de los episodios de ese cautivador pasado de los 70, aquel en el que Pedro, en su taller, le da vida a una TRIUMPH, que en 25 mil pesos de la época, le vendió un amigo de nacionalidad china residente en Pereira, el cual después de haberla estrellado, quiso que Vanegas se quedara con ella; como si se tratase de una hija, en manos de su amigo podría estar bien, teniendo en cuenta que era éste el que le hacia el mantenimiento y al que se la prestaba constantemente. Pasados dos años, un domingo fue por ella a Pereira, la encontró empolvada, “el rin no servía para nada, era una moto medio armada”, y se la llevó para tuluá en la camioneta de los bomberos. Por momentos se sentía arrepentido de haberla comprado, al ver el estado en el que estaba “yo entraba al taller y me tapaba, pasaba por un ladito pa’ no ver eso tan estrellado”. Pasados 6 meses, sin libros ni manual de reparación, empezó a trabajarle, era muy difícil el acceso a los repuestos en ese tiempo, y en año y medio la armó a su amaño. Se propuso no prenderla hasta no tener en sus manos los papeles de la moto matriculada en su ciudad, e invirtiendo otros 25 mil pesos en dicho papeleo, con placas MDC-32 fué la primer Triumph thunderbird en la que se montó, con cilindraje 650 cm3 modelo 53.

La voz de Vanegas, transmite experiencia, amor por lo que se es y lo que se tiene, el sentimiento de una pasión de alto cilindraje capaz, de dar vida a un vehículo, y de reunir una caravana de 16 antiguas que son el alma del club clásicos del camino, grupo en el que se escribe poesía, se canta y se vive la cultura, características que la gente no se imagina de ellos porque los ven día a día en medio de la grasa. Sus motocicletas tienen un cilindraje capaz de desarrollar velocidades mayores que la de una davison sin embargo no les interesa llegar, sino disfrutar la carretera haciendo honor a su nombre. De esta manera se dan cita en los grandes encuentros de las motocicletas de alta velocidad.

“lo que hace que me conozco montado en la Triumph siempre me he tomado mis traguitos, uno disfruta mejor, aunque sé que es un error, gracias a Dios nada ha pasado”.
Disfrutar una rotada implica para este aficionado, en sus palabras “andar bien entonado” es decir, la combinación de un poco de licor y gasolina son la dosis de motivación que necesita este hombre, quien al lavar sus manos e investir el cuero negro característico del peregrino motociclista, realiza en el año 69, el primer viaje en su triumph, como aquel che Guevara, que en lugar de libertad, busca ser atrapado por las playas y el calor barranquillero, paisajes que disfrutó al lado de su compañera de viaje, aquella que al rodar estremece sus sentidos de viajero, “eso ronca muy bueno, el sonido de mi moto es único” y Andar en una triumph es una delicia”.
A la expectativa de toparse con gente amable y paisajes deslumbrantes, emprende camino tarde de la noche o bien en horas de la madrugada para tener un íntimo encuentro con el amanecer “ver el alba es hermoso”, y de esta manera llegar a destinos como Bogotá, Medellín, Villavicencio, la costa y Pereira; ciudades a las que rotan para celebrar el encuentro de motos de alto cilindraje anualmente. Agrega que a su vez su moto lo ha acompañado hasta el ecuador, pasto, y la frontera cucuteña y costa de lo que murmuren las personas que suelen referirse a las motos de los clásicos del camino como “viejas” este personaje cuenta con honor
“Las motos antiguas son únicas, tanto así que sin ser una competencia entre clásicas y harley, en varios lugares a donde somos invitados, son las primeras que se roban la atención de los aficionados, todo el mundo pega para donde estan las antiguas” y en este campo, Pedro se roba el protagonismo, su motocicleta es la única que nunca vota aceite, cometan que tiene su propio truco mágico pero no lo revela, y es que poseer una moto de esta índole, no es solo cuestión de dinero, sino de ganas. Cada kilometro recorrido en ellas es un recuerdo lleno de motivos para conservarla, por eso su controvertida sonrisa intenta convencer que “el arma, en lo que usted se monta y la mujer, hay que tenerlas bien brillositas, bien presentaditas para que la gente diga, que elegancia de señor”.
Y quien mucho abarca poco aprieta, bajo estas circunstancias considera agradable ser invitado a pueblos pequeños, “es más acogedor que las ciudades grandes, porque el ambiente es más familiar y admiran mas las motocicletas, en los eventos grandes de tanta moto que hay, se le pierde hasta el gusto”

¿Que tan indispensable puede llegar a ser entonces esta roja musa para Pedro? Considera que lo material es de la tierra, y no quisiera aferrarse a ello, pero la moto es su fiel compañera “cuando yo quiero darme un venteito, saco mi moto y me voy para calima, eso me desestreza, y no es porque tenga problemas, es por sentir mi maquina”

La dispendiosa vida de Vanegas, gira día tras día en torno a su taller, en el que reconstruyendo el pasado, consiente una triumph que al verla lo incita a viajar a través de su propia historia, aquel paseo que, una vez más le cierra la pagina con la única conclusión, que su antigua motocicleta es la mejor manera de entre
tenerse “si no tengo, ninguna chica por fuera de mi esposa. “ella, es mi segunda moza”

UN DIA CULAQUIERA EN LA VIDE DE: MARCOS Y CARLOTA


POR: Daniela Bolívar Rincón.
Comunicación Social – Periodismo
TE QUIERO COMO ERES Y AUNQUE NO TENGAS
“De amor no se vive” “el dinero lo es todo en la vida”.
Ése, no es el caso de esta bella pareja, conformada por Marcos Aurelio Arboleda y Carlota Mazo, personajes que marcaran la historia de un lejano pueblo del Valle del Cuaca llamado Galicia. Ellos son el reflejo de las muchas personas en el mundo que la pobreza a golpeado fuertemente, que tal vez la educación y un buen trabajo nunca los ha favorecido. Pero esta lamentable situación no es quizás lo más importante en ellos, ya que cada uno en sus 67 y 50 años, conservan aun en medio de la injusticia de la miseria, un amor de 8 sentidos.
Fue hace 20 años aproximadamente, cuando Marcos en sus 5 sentidos se enamora de esta mujer, que fuera de sus cabales, solo ve, huele y degusta a la perfección, pero el habla y la escucha se le dificultan un poco, según él, “por un desmande” a causa de un simple descuido como quedarse dormida toda la noche al lado del cadáver se su tío mientras se encontraba en su periodo de “mestración” (menstruación). Pero dicha discapacidad no fue impedimento para que aun en este estado, él se hiciera cargo de ella, y trajeran al mundo al que hoy es Julián, su hijo de quince años, que tristemente no ha demostrado el suficiente afecto por su madre, quizás por vergüenza a su condición de “loca”, ya que como lo ha manifestado marcos, si no se es lo suficientemente puntual con la inyección de “una ampolleta de piportil 25 miligramos sugerida por el sicriata” al que él la llevo para tratar su caso hace un buen tiempo, y suministrada cada 15 días siendo esta donada por personas del corregimiento, ella tiende a enloquecerse y hacer estragos en el pueblo, comenzando porque es demasiado celosa con su papi como suele decirle, situación que la gente inescrupulosa aprovecha para hacerle dar celos con comentarios mal intencionados que desembocan en perseguidas con piedra en mano. Pero Ayudarla, cuidarla y defenderla de los que quieren burlarse de ella, es uno de los oficios a los que se dedica este hombre, que en un domingo cualquiera, se levanta a las 4 am y se desplaza a la carnicería para ayudar a deshuesar, ahuyentar los perros (que en realidad son sus amigos más fieles) como Marbella que vive en la estufa de la casa y sus gallinas. Allí colecciona los huesos, el callo y desperdicios que después re utilizará y venderá a personas de otros lugares que le dan uso posterior; seguidamente, espera, como está ya acostumbrado, a que le regalen el desayuno que irá a compartir con su amada carlota quien a esa hora tal vez duerma aun. A demás de esta actividad que solo realiza los domingos y que después de desayunar en su aposento, regresa con su compañera a recoger y guardar las mesas de la carnicería cuando ha terminado la venta, ellos son recicladores de profesión, el ir cada semana tras la basura de la gente del pueblo, separar cada residuo, acumular chatarra, es realmente su sustento, vender en tuluá las arrobas de lo juntado y hacer rendir aproximadamente $120.000 para todo el mes, es su realidad, además de adornar su casa con electrodomésticos, como una estufa, dos televisores, y una nevera, que no dejaran nunca de ser eso, un adorno, la simulación de lo que algún día les gustaría tener, eso sí, cuando su guarida cuente con energía eléctrica, y dichos elementos estén en buen estado y no sean solo parte de su chatarra. Cabe también mencionar que como buenos colombianos, de hambre no se dejan morir, por ello también cultivan en medio de su potrero, en ese mismo donde cerca a la quebrada llevan a cabo sus necesidades fisiológicas, a demás de haber adecuado un pequeño enguaduado como lavadero.
Este ha sido, es y creo que seguirá siendo, un día cualquiera en la vida estos dos seres humanos que con cantidad de adversidades, sobreviven a la realidad, estando siempre escudado uno detrás del otro y así serán recordados siempre hasta el punto en que, si alguno de los dos llegara a faltar, serian fuertemente echados de menos, y nunca olvidados.